Siempre los dos
En el único abrazo
Que no se ha roto jamás
Cuando el fuego era llama
Que unía dos deseos
En la despedida
Con una promesa insegura
Y las manos que agitaban adiós
El encuentro y el otro y el otro
Entre los brazos ardientes
Arruyando el porvenir
Cuando la vida se escapaba
Y gemia en el hombro
Y una lágrima quedaba atrapada
Entre los dos
El día del último adiós
Oh Luz, qué emocionante... Por Dios.
ResponderEliminarPor favor, no quiero últimos dioses, quiero la vida, con abrazos y besos, bailando...
ResponderEliminarLa imagen es maravillosa y la música, qué quieres que te diga.
Hacen un conjunto espectacular
Abrazo gigante
Moony, supongo que todos preferirían eso si le dan para elegir 😀
EliminarAbrazos bailando
Dioses no, adioses
ResponderEliminarUf, qué poema, lleno de imágenes, de emociones, de desgarro y con una sencillez impresionante. Te veo en aquellas noches de recitales, música, encantamiento y aplausos fuertes; un poema, una voz, una guitarra y rodeada de cuadros.
Eliminartqm
Alauda :)
EliminarMuchos besos
Miguel, pero qué te ha pasado. Esta pandemia de encierros varios, de falta de público, nos está haciendo nostálgicos. A que sí.
EliminarYa volverán.
Tqm