Si un día la vida te da la espalda, tocale las nalgas

(Esta joyita la encontré en Internet. No tenía nombre.)

Y si estás hartoa de vivir, deberías ya saber que es muy fácil dejar de hacerlo, no tienes que esperar a la fecha de caducidad.
Pero recuerda en ese caso el hartoa eres tú, no "toques" a los demás.





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