Respuesta del Oráculo de Navidad 2020

 Estaba en el salón. Las pocas luces apenas rozaban los objetos de gran valor.

El fuego jugaba con las llamas para recrear la mirada del anciano que las observaba.

Me miró y había oscuridad, una ráfaga de tiempo sostenida por el péndulo marcaba los minutos.

-El desbordamiento...- susurró.

No hacía falta que manifestara desconcierto porque siguió:

-Es así, cuando "algo" irrumpe con tanto ímpetu hay problemas. 

Su voz fue adquiriendo más fuerza.

-Al parecer,- continuó, - se había logrado la victoria. Únicamente quedaba un resto del germen, contra el que se luchó y asi regresó cierta tranquilidad y es por ahí donde precisamente entró el peligro.-Garraspeó- El germen encubierto logró escapar mediante engaños y argucia y ha vuelto, porque el verdadero germen no muere fácilmente. Es poderoso y es ciego y alucinado.


... Pausa ... 


Y si prestas atención, ahí es donde llegará su desventura, por su petulante soberbia. 

-¿La del germen encubierto? 

-Sí. Entonces cuál es la solución para desaparecer al germen encubierto y la desgracia que ha fabricado...


... Pausa... 


Era tal mi expectativa por su respuesta que volvió a contemplar el fuego y sin dejar de observarlo como si estuviera leyendo el destino...

-Una lucha decisiva para matar el germen y no dejar ningún resto.

Pensé, "claro, sin el germen, el germen encubierto desaparece". 

Con esfuerzo imbuido en el silencio y el temor, pregunté:

-¿Se podrá?

Con una sonrisa indescifrable, respondió, - Ya no habrá negligencia.


Salí, me quedaba media hora para el toque de queda. 

Miré la calle desierta y húmeda donde se reflejaban las luces de Navidad.  Sentí escalofríos y un Déjà Vu desconcertante  ¿Cuándo había vivido esta escena? 





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