Qué hay hoy en esa diminuta cajita de las 21 que quedan con sorpresas para endulzar.
Resulta que no hay tal sorpresa, hoy se sabía... El tres de la alegría y la amistad y al abrir... Oh... besos dulces, suaves, frescos.
Qué paz, qué sensación de armonía ha invadido el aire en un soplo de luz y una cadencia. Lo demás, silencio.
Una paz que transmites, todos merecemos momentos como los que nos cuentas y desde luego un dulce ayuda a empezar las mañanas. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Ester, es necesario reflexionar, tener momentos de paz para tener fuerza y seguir con ilusión.
EliminarAbrazos
Yo me tomo el dulce de adviento después de cenar. Cuando mis perris se duermen y no entra luz por las ventanas. Así, mi espera se hace, si cabe, más dulce.
ResponderEliminarBesisimos.
Tu eres muyyyy lista...

EliminarJajaja, por la dulce espera y que reflexionen "calentitos"
Besisimos
Tus palabras transmiten paz, son como una caricia que llega y se queda.
ResponderEliminarUn placer leerte, preciosa, ando sin tiempo para comentar.
Besos enormes.
La pena es que no estás escribiendo...
EliminarY espero que no tengas tiempo porque lo estás "viviendo" .
Besos enormes