Llega la nueva visita mágica

Mientras papá Noel vuelve a refugiarse durante otro año

en esas pequeñas bolas de Navidad.

Los reyes,

parece que me van a traer oro que guardaré vaya a saber donde como inversión.

Incienso para rogar a los dioses salir de "esta". 

Y con la mirra... haré una magnífica crema regenerante que ya está pidiendo mi estupendo cuerpo no embalsamado aún como las figuras de Hollywood.

Lo siento, es lo único que traían, si algunos piensan en regalos deseados, deben acudir a figuras protectoras mundanas como ha sido siempre. 

Eran reyes antiguos orientales que se iban escondiendo en el Imperio Romano, muy fachones ellos con camellos que seguramente alquilaron en el desierto, nada que ver con un Papá Noel liberal, surcando los cielos cargado con las últimas novedades. 

Y comienza ya la

que no sólo los niños, sino que todos sigamos soñando con seres mágicos que nos ayuden  a vivir y los que no, que sigan creando sus propios avatares saltando los charcos y volando a su gusto. 

Es bonito el 6 de enero y este lleva el número tres pitagórico: la alegría, la amistad.  

La fiesta de los niños en una noche y despertar mágicos y de los mayores que nunca quisieron perderla. 

En años anteriores, el 5 de enero, en algunos sitos, era la fiesta en la madrugada de los mayores, entre compras, caminatas, basares, rastrillos, recogiendo regalos escondidos, bares y cafeterías que terminaban casi de día con chocolate con churros.

Ya se están acercando... 

"Nada es real excepto el azar." 

Paul Auster