Pandemia solidaria o no

 Muchos creían hace unos diez meses que con la pandemia los humanos y el planeta humano iban a ser mejores, más conscientes, sabios y solidarios.

Pasó ese tiempo de euforia amorosa, de ayuda y aplausos 

y los humanos no nos hemos despertado a un "mundo feliz y dorado" ni nos hemos convertido en "seres de luz".

Y aquí nos enconramos, con los mismos tics, las mismas costumbres, la misma agresivad. El individualismo acérrimo y tenaz.

Y para colmo ahora, Enero de 2021, lo que va a predominar es la oposición, en este caso bastante nociva donde se requiere mucho domino.

Así que yo voy a intentar dejar de soñar con las estrellas, el amor, los niños en los parques, los abuelos descansando; las flores y las aves, los rebaños y jauría. Ganado.

Y cerntrarme en una actitud creativa y activa. 

Desde ya, conservar y dibujar la amplitud de la noche y respirarla, recogiendo estrellas y haciendo el amor con los que quieran, cultivando flores o lechuga debajo de los naranjos. Con lluvia y con sol. 

Preparar los nidos en las paredes para las aves en primavera y hablar con las cabras en medio del pastoreo, paseando los perros.

Jugar con los niños, atrapar margaritas y compartir confidencias con los mayores. 

Y si me tropiezo con otro humano que gruñe, que no contesta, que se ha ido desmenbrando y se le están escapando los códigos de la comunicación, haré un esfurzo para seguir el rumbo sin que se oponga al entusiasmo con que pretendo iniciar esta fase oscura y desconocida.