Crónica de Ana H. Golpe de estado 1981

La terraza de "las Cestas", acabo de llegar bastante agitada. La mañana tranquila después de haber suspendido la última cita. Todavía es pronto. El parque soleado se va quedando sin niños poco a poco y la brisa es agradable. 

Ana se acerca, saluda con una sonrisa amplia y se sienta frente a mí. 

Pedimos café y agua mineral. La mesa está al lado de una baranda de madera desde donde se aprecia casi todo el parque. 

Después de las preguntas y la charla de rigor, consideramos que ya es el momento de lo que nos ha reunido allí. 

Ana vivió el golpe de estado del "23 F", que hoy comienza a  las 18 hs hace 40 años. 

España post dictadura militar, apenas seis años después de la muerte del dictador Franco. 

Yo: Ana ¿Cómo viviste esos breves años de transicion después de la muerte de Franco?

A: Mi vida era normal, junto con mi marido, mi hermana y mi cuñado llevábamos una pequeña empresa familiar. Ese día como los demás, cerramos a las seis de la tarde. Hacía bastante frío y quedamos para cenar en mi casa a las 10.

Pero, mi hermana llegó asustada y muy nerviosa, encendió la tele que no me había preocupado en poner.

Y allí nos quedamos las dos, mudas sin dar crédito a lo que estaba sucediendo. A la hora de cenar, llegó un amigo con "el País", en la portada salía: "El País. Golpe de estado. Con la Constitución. Se fue y ya los cuatro juntos nos quedamos en vigilia siguiendo unos acontecimientos lentos, era todo muy confuso. Habían salido los tanques a la calle, Valencia tomada desde donde empezaban a verse imágenes y un nombre que no se olvida, Milans del Bosch. 

Mientras, la toma del Congreso con tiros, chulerías, donde la imagen del héroe era López Mellado, tan mayor, que se enfrentó solo ante los exaltados guardias civiles. Eso nos conmovió, sabes, era un deseo de que saliera esa gentuza y volver a la democracia, no sé, al menos yo, realizaba el mismo gesto desde el sillón.

Yo: ¿Qué pensabas mientras observabas esas imágenes que se repetían una y otra vez?

A: No sé si pensaba, entre el miedo y la indignación, solo quería que esa pesadilla parara. La vida empezaba a normalizarse, España se iba equilibrando al resto de Europa y se expandía tratando de olvidar resquemores entre bandos tan distintos; despacio, sí, porque el sistema era muy cerrado y difícil, extremadamente difícil de abrir.

Se sabía que iba a costar mucho y lo era, seguían los odios. Seguía el deseo de cortar cabezas y volver al régimen. Era fuerte, me explico.

Yo: Perfectamente.

A: A eso de la 1 sale el mensaje del rey. Todo era expectación: haría como su abuelo, entregaría otra vez el país a los militares y se iba.

Su discurso fue en ese momento admirable. El respeto a la Constitución. Un alivio, al menos parecía que podía imponerse.

Otra frase que se me grabó, fue cuando Jordi Puyol histérico le preguntó al rey qué iba a pasar y este le contestó: "Tranquilo Jordi, tranquilo."

De todos esos detalles nos enterábamos por la radio, porque los militares iban tomando los medios de comunicación más importantes y ya se empezaban a oír marchas militares al estilo de hispanoamerica. Algo que nos iba poniendo los pelos de punta y el dibujo de un futuro distinto al que creíamos que iba a ser.

Pasábamos de una emisora de radio a otra icluyendo más países y no era mucho lo que se sabía, un cacao con las peores espectativas, hasta que se filtró que del Bosch deponía las armas. 

Qué se habló, qué se dijo, qué pactos se hicieron, nada se supo jamás, ni siquiera ahora. 

Mi marido y mi hermana sucumbieron pronto al sueño y cuando empezaba a clarear mi cuñado y yo también nos rendimos. Ellos se fueron y al medio día me desperté con la noticia de que todo había acabado. Estaban desalojando el Congreso.


Del Bosch, Tejero y Alfonso Armada fueron condenados por el Tribunal Supremo a 30 años de prisión como principales responsables del golpe de Estado, 

Dichas penas fueron reducidas solo a 1 y 7 años, menos la de Tejero que duró 15 años. 

En total doce miembros de las Fuerzas Armadas, diecisiete miembros de la Guardia Civil y un civil fueron condenados. Salvo Tejero, todos los miembros fueron indultados o puestos en libertad antes del año 1990.



Comentarios

  1. Luz, como sigue vigente la ley Mordaza no voy a decir mi opinión sobre el 23 F, al menos hasta que se desclasifiquen los documentos oficiales (no lo veré). Por la campaña mediática encabezada por el País, parece que el actual emérito fue el salvador aunque a mí me parece más un lavado de imagen al actual monarca de este país de súbditos. Podría contar jugosas anécdotas de destrucción de documentos, miedo y huidas por tierra, mar y aire (sobre todo, aquí, por mar a Francia). En fin.

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    1. Lo más evidente en estos momentos es la ley mordaza.
      Mejor que guardes las anécdotas, porque con los políticos no pasa nada, se los puede insultar, degradar, vilipendiar, usar la fuerza, destrozar familias pero hasta ahí. El estado no solo es político y judicial... En fin.
      Un abrazo en una noche más tranquila de momento.

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    2. No, no, no estoy de acuerdo. No se puede insultar ni vilipendiar ni usar la fuerza, etc, ni con los políticos ni con nadie. Hay algunos políticos, igual que en otras ocupaciones, profesiones, cargos, etc, que se creen aparte, diferentes, superiores. Incluso a estos hay que respetar.
      En el trágico caso que nos ocupa, el 23 F, hay cosas que vimos por televisión y que nos contaron y hay otras, clasificadas como secreto de estado 40 años después, que no nos contaron.
      Mi opinión es que utilizar el bien sagrado de la democracia para blanquear y perpetuar privilegios caducos es intolerable. Que un rey al que designó un dictador sea inviolable en sus actos, haga lo que haga, creo que está, como mínimo, fuera de toda lógica moral, penal y todo lo que se quiera añadir. Y que se quieran blanquear presuntos actos delictivos posteriores (pendientes de juicio, cierto) con presuntos actos pasados (sin aclarar del todo) me parece que es querer jugar con la inocencia del personal (por no utilizar definiciones más formales, ciudadanía, pueblo, etc).
      Y “hablar de política” (y de religión) es la mejor forma de no hablar de nada (después).

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    3. Pedro entiendo, entiendo todo. El 23 F es el símbolo de lo que dices, lo que corrobora y subraya lo que dices.

      Cualquier ideología, cualquier partidismo se puede engañar o engañarse,  pero no hay defensa posible ante el ultraje a un país cuya mayoría por votos quería ser democrático. Ahí está, en sólo unas pocas imágenes que no pudieron destruir, lo que iba a suceder una vez logrado el propósito. Se pueden usar miles de adjetivo y verbos con un solo sustantivo.

      Y no estaban tan desencaminados, la mayoría de altos galones que viven aún han declarado que hay que matar a media España. Y no es para tomárselo a la ligera, una parte de la nueva generación está de acuerdo.
      Por qué.


      El trato al rey está en la Constitución que iba con el lote completo.

      Mientras no se cambien esos artículos, otro trato no sería legal.
      Cambiar la Constitución tanto antes como ahora en esos menesteres supongo que es imposible por el número de votos requeridos.

      (Es verdad que ya se han cambiado artículos por exigencia de los bancos.)

      Pero lo de "emérito" ¿está en la Constitución? que yo sepa no, habría que revisarla. Siempre creí que un trono es para un rey no para dos. Digo. No sé.

      Tenemos ya un rey, el otro, el que fue, esta "jubilado" ¿O no?

      Después de todo la democracia no es igualdad, es el gobierno del que más tiene.

      Además el régimen español sigue siendo monarquía parlamentaria. Hasta tal punto que "alguien", vaya a saber quién cambió España por Reino de España.

      No queda otra que seguir el día a día porque es como el fútbol, una vez que al árbitro pita una sanción no la cambia por más protestas que hagan, al contrario puede expulsar por eso.

      Y hay algo que no se cumple, el respeto. Desaparecido en combate.

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  2. De aquí se fue mucha gente por mar, en embarcaciones ridículas que recogieron al día siguiente.
    Recuerdo perfectamente esa tarde, mirando.la tele con mi madre que llenó la casa de patatas y bacalao, para sobrevivir como en la guerra.
    Y cuando millán del bosch sacó los tanques en Valencia, mi madre se aterrorizó.
    Fue un día muy muy malo.
    El emérito dicen que lo paró, lo que no sé es si lo inició.
    Besisimos.

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    1. Siempre se hace eso. Es lógico el miedo a quedarse sin nada. Pero el 24 después del medio día ya se vivió con más tranquilidad, no?
      Ahora tampoco estamos tan boyantes ni tan libres con la dictadura del virus y llevamos un año...
      Besidimos

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    2. Perdón por entrar en conversaciones ajenas, pero no se trataba del miedo a quedarse sin nada, se trataba del miedo a morir, a que te maten por pensar diferente. Como mínimo que te encarcelen.
      Aun hoy, cuarenta años después. Ex altos mandos del Ejército lanzan amenazas en un chat: "No queda más remedio que empezar a fusilar a 26 millones de hijos de puta".
      No era una cuestión de fechas, el 23, el 24 por la mediodía, era una cuestión de principios, de ser o no ser.

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    3. Mi madre pensaba que nos iban a fusilar a todos.
      Ser vasco en ese tiempo era un peligro añadido, un hándicap, estaba eta, otro idioma, un partido nacionalista, y no caiamos precisamente bien.
      En fin, que fue un espanto.

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    4. No debí escribir esto, lo siento mucho, demasiado dolor, demasiado miedo, demasiada indignación que vuelven a surgir en quienes vivieron esos momentos.

      Pedro, Moony gracias por el coraje de decir lo que piensan y sienten.
      Moony, ya sé que eras otra de esas mujer que dedicó su vida a la familia, sus amigos, a la enseñanza de mates y química y a la investigación. Una doctora cuya ideología era y es la ciencia, el espacio. Y que a su alrededor, en su sociedad había violencia, mucha violencia que no podía comprender. Nada más.

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    5. Has hecho bien en escribir esto. Nos ha revuelto los recuerdos y eso siempre es bueno.
      Al final no pasó nada y con eso debemos quedarnos.
      Besisimos.

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  3. Ana es real y el propósito de todo esto, ha sido salir de los estereotipos de las crónicas, escritos, documentales y programas clásicos e indagar qué estaba viviendo, pensando y sintiendo en esos momentos, una mujer normal, sencilla en el salón de su casa.
    Una noche de inquietud sin imágenes del congreso donde se estaba votando a un nuevo presidente y donde la radio fue la mayor protagonista.

    Después empezaron a salir detalles del golpe con manifestaciones de unos y otros, imágenes, etc.

    Eso no lo sabía la tarde, noche, amanecer del 23 Ana ni su familia ni la mayoría de ciudadanos.

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