Apenas pude pronunciar mamá. La mano segura que empezaba a llevarme por la vida un día se soltó sin saber porqué y un vacío se fue instalando a través de los años.
Era un día luminoso de Octubre. Otra mano con figura oscura y rostro de dolor me llevaba entre los árboles. Los demás no paraban de besarme.
Nunca compré un regalo ni festejaba con los demás.
Rosas blancas para mamá.
Al final tuve que ser yo la que llenó el vacío, la que recibe regalos y se entrega al amor.
La que se aferra a una mano para conducir al futuro.
Rosas blancas para mamá....
ResponderEliminarAl final somos nosotras las que llevamos de la mano, como ella lo hubiera hecho
Besisimos
Espero que hayas lo pasado bien. Es que ahora con tantas limitaciones, madres e hijos no todos pudieron estar juntos. Pero puede que este mes ya empiece a liberarse.
EliminarBesisimos
La maternidad en cierto modo es eso, una especie de estandarte que se va pasando de generación en generación. Cada una haciendo las cosas lo mejor que sabe, fallando en muchas cosas y acertando en casi todas....
ResponderEliminarMuy hermoso lo que has dicho. También hay madres terribles pero afortunadamente son tan pocas...
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