Hay personas que se recuerdan y otras que se sueñan aún recordándolas.
Pero tú eres para mí un espejismo, tan real, que no lo cuestiono hasta que se desvanace y así y todo la fragancia densa... perdura voluble
como pintura que delata la presencia, espera en la memoria y se instala en una noche de tormenta.
Y fue aquella noche en un hotel de Bali.
Cuatro años ya...
Los calendarios personales son así de caprichosos... cuatro años para un suspiro y una semana de ausencia una eternidad.
ResponderEliminarEs cierto... Qué bien lo has explicado.
EliminarMe encanta eso que has dicho.