Los árboles hablan... aunque no sabemos lo que piensan

Sí se sabe que lo hacen entre sí y se advierten también unos a otros de las plagas. 

¿Qué dirían los humanos-árboles?

Imagino: el tronco, las raíces, la intemperie, las estaciones. El día y la noche. Las tormentas, la sequía... El fuego o la tragedia de la sierra cortándolo en pedazos. Florecer. Confiar a la tierra la semilla. Ser de las plagas, de los pájaros, de los insectos, de las abejas ayudando a fecundar. De las mariposas dejando sus gusanos a su cuidado y ser nido de la ninfa observando la crisálida. Hojas nuevas como esmeraldas, hojas viejas de ocre llevadas por el viento. 

Y otros humanos-árboles lejanos, en las montañas, bosques o selvas. Con figuras mágicas en la noche. 

Plantados defendiéndose o atacando, interrogantes, viviendo y muriendo abriéndose paso con las raíces enterradas y extendiendo el follaje hacia la amplitud del espacio.

Entonces, ¿qué diría el humano-árbol compartiendo con todos los demás seres? 

Comentarios

  1. Los humanos árboles? Empujarse unos a otros a ver si van cayendo.
    Como siempre.
    Besisimos

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    1. No podríamos dejar de ser árboles... 🙁
      Besísimos 😀

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  2. No sé si ya te lo he recomendado alguna vez, si puedes (y te apetece) lee el clamor de los bosques. Trata sobre eso, sobre lo importantes que son los bosques en nuestras vidas, aunque muchas veces no sepamos verlo.

    El libro a veces se pone un poco místico, pero merece la pena.

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    1. Sí lo tengo y ojalá se investigara a fondo y publicaran  más y más obras respecto a los árboles, sea como esta tal como dices más mística o científicas sencillas y amplias.

      Porque los árboles hablan, lloran, ruegan, ayudan y transforman el planeta como todos los seres.

      Yo vivo rodeada de ellos y me consta su inteligencia y sensibilidad, su ayuda, sus señales.
      Cómo hay gente que, por ej., los poda sin conocimiento, los manipula y los estresa de tal forma y con tanto dolor.

      Hay que enseñar aunque sabemos poco, pero eso tan mínimo nos da una conciencia de que tenemos mucho que aprender, que compartir como seres vivos inteligente sensitivos, no son cosas con raíces, troncos y ramas, de la misma forma en que nosotros no somos cosas para ellos.

      Gracias Beauséant 🙂

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  3. Recomiendo el libro La vida secreta de los árboles de Peter Wollenberg, te habla de los árboles de una forma tan especial que te cambia la forma de verlos.

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